
Dos asesinos a sueldo irlandeses son enviados luego de un trabajo a la ciudad belga de Brujas. Esto con el fin de ocultarse. Como cita Ken (Brendan Gleeson) en la película, Brujas es la ciudad medieval mejor conservada de Bélgica. Pero el interés y la fascinación que tienen las construcciones medievales no despiertan curiosidad en Ray (Colin Farrell), que a diferencia de su colega Ken se aburre de su estancia. Por lo mismo recurre a la vida nocturna de la ciudad para encontrar una válvula de escape. A lo que lleva a toparse con la filmación de una película, para tener un espontáneo romance con Chloë (Clémence Poésy) quien parece trabajar en la realización del largometraje.
Una cosa lleva a otra, por lo que no es la idea seguir ahondando en que termina la historia. Si vale mencionar entre otros detalles, la relación de una ciudad con aires de cuento de hadas con el tipo de oficio que ejercen Ken y Ray. Para los dos su exilio en Brujas despierta sensaciones opuestas. Ken se limita a disfrutar de la antigüedad de la ciudad, mientras Ray se ofusca como el peor turista del mundo muy ocupado en sus propias cavilaciones.
Esto es lo que opina sobre Brujas el director y guionista de la película Martin McDonagh:
“Fui a Brujas por primera vez hace cuatro años, y tuve sentimientos muy encontrados acerca de la ciudad. Era extraña, medieval, y me pregunté por qué no se había rodado ninguna película allí. En cuanto di mi cuarta vuelta por sus calles, empecé a aburrirme y fue cuando pensé en dos personajes que vieran Brujas de dos modos muy diferentes: uno, Ken, ama la cultura, el otro, Ray, solo quiere tomarse una cerveza. Y a partir de ahí surgió la idea de que fuesen asesinos.”

Pero la película también se llena de otros elementos interesantes. Se puebla de personajes muy variados que van desde skinheads inútiles, femmes fatales narcotraficantes, turistas americanos obesos o enanos drogados. Las escenas rondan en el drama y el humor negro, con diálogos inteligentes y cómicos. La ya mencionada ciudad de Brujas que de noche se vuelve siniestra y espectral, como los grabados de El Bosco que ven Ken y Ray en un museo de arte.
Parece ser una película como las hechas por Quentin Tarantino, pero mucho menos violenta y más melancólica. En eso gracias a la música de Carter Burwell, músico habitual de los hermanos Coen. Es una historia bastante original donde se ven personajes en un entorno apaciblemente raro para ellos.
FICHA ARTÍSTICA
Nombre: In Bruges (Escondidos en Brujas)
Año: 2008
Director: Martin McDonagh
Guión: Martin McDonagh
Actores: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Ralph Fiennes, Clémence Poésy y Ciaran Hinds.
Música: Carter Burwell.
Países: Inglaterra.
Idioma: Inglés.
Duración: 107 minutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario o pedrada es bienvenida, siempre y cuando no se atrincheren en el anonimato o vayan al autobombo del SPAM. De ser así serán borrados.