27 de noviembre de 2009

Películas de Culto

Según lo reseña Wikipedia, las películas de culto son un tipo de cine que atrae a un pequeño grupo de devotos o aficionados o aquella que sigue siendo popular con el paso de los años entre un pequeño grupo de seguidores. Con frecuencia la película no llega a alcanzar el éxito en su estreno, aunque no siempre es el caso. Algunas veces la respuesta de la audiencia a una película de culto es algo diferente a lo que pretendían los creadores. Es normal que una película de culto presente elementos inusuales y se presenta prácticamente en todos los géneros cinematográficos.

Hay muchas circunstancias en las cuales una película llega a ser de culto, tarde o temprano. Puede ser por marcar un miedo colectivo, como lo hizo The Exorcist en 1973 a sus espectadores ante una inminente presencia demoníaca (escondida entre los fotogramas) . De igual manera por ganar popularidad entre grupos frikis, a títulos como Star Wars o Star Trek; de la cual deriva en una rentable mercadotecnia. También por conseguir aceptación por parte de una generación, que se siente identificada por lo que tratan ciertas películas. Aquí podemos citar a Easy Rider (1969) y The Breakfast Club (1985), vivos reflejos de su tiempo.

Se puede llegar a ser de culto por la excentricidad de los ambientes, o al menos en la forma en como se desarrollan sus personajes. Lo vemos en algunas películas de Terry Gilliam como Brazil (1985) o Twelve Monkeys (1995), que vinculan una visión diferente de la ciencia ficción con futuros distópicos al mejor estilo de Orwell y Kafka. También hay veneración hacia la filmografía de Tim Burton caracterizada por ambientes góticos y claroscuros; con personajes marginados por la sociedad que son fiel reflejo de lo que vivió Burton en su niñez y juventud, mostrado en Edward Scissorshands (1990) muy a fin a algunas tribus urbanas como la gótica. De igual manera existe mucho culto hacia el estilo de David Lynch, que con su primera película Erasehead (1977) marcaría el inicio de una filmografía singular; cargada de películas con propuestas muy originales a lo que se había hecho entonces. Amparadas bastante en el surrealismo (inspirado de Luis Buñuel) y en la visión ecléctica del propio Lynch.

Ese culto se puede ganar por una repercusión negativa. Es el caso de Edward D. Wood (1924 – 1978). Contemporáneo de legendarios cineastas como Alfred Hitchcock, John Ford, William Willer o el mismo Orson Wells (a quien admiraba); Ed Wood ganó notoriedad por la mala calidad de sus películas (en parte debido por los bajos presupuestos que tenía para realizarlas). Esa mala fama llegó a un punto que en 1978 The Golden Turkey Awards lo consideró como el peor director de cine de la historia. Tim Burton lo homenajeó con una película biográfica en 1994, protagonizada por su fetiche Johnny Depp. Esto entonces hace despertar un interés a cierto grupo de espectadores, en saber de Ed Wood, de su fama de hacer pésimas películas y de que tan malas eran. Hoy en día Bride of the Monster (1955) o Plan 9 from Outer Space (1959) son insignia de la Serie B de la época y hay quienes hoy las buscan en videoclubes o en descargas por Internet.



Hay películas que se ganaron el título de culto por marcar un antes y un después en una época. Pasó en 1968 con 2001: A Space Odyssey, ciencia ficción hecha por Stanley Kubrick. Antes de ella las películas de ciencia ficción eran producciones baratas, las cuales no se trabajaba mucho en los decorados y efectos. Pero con 2001 se marca un inicio en el desarrollo de efectos especiales, ambientes más elaborados y una temática más profunda (aunque también prestada para lo chabacano y simplón como se ve en la actualidad). 2001 innovó mucho en la forma de hacer películas que se tenía hasta entonces, sin embargo nadie dio mucho crédito en esa época. En su estreno no fue de llenar las boleterías, aburrió a productores y espectadores por la complejidad del tema y el ambiente denso en el se desarrolla. Pero poco a poco contó entre sus muchos seguidores, a una juventud sedienta de psicodélica y críticos y cineastas que la rechazaron en su comienzo; entendiendo la importante repercusión que tenía la película de Kubrick a posteridad. Semejante vivencia pasó con Blade Runner (1982), opacada en su estreno por E.T. del blockbustero Steven Spielberg. Desapercibida durante 10 años se popularizaría gracias al auge del Internet y al interés de los fanáticos del Cyberpunk, que también podrían en los pedestales a títulos como Matrix (1999) y animes japoneses como Ghost in the Shell (1995).

Por cambiar la forma de hacer películas, rebledía o polémica en su argumento, personajes ilarantes y únicos, ambientes que van más allá del tiempo o el espacio, influencia popular a largo plazo (por buen o mal gusto) hacen que la lista de películas y realizadores de culto sea larga y progresivamente extensa: Pink Floyd The Wall (1982), Donnie Darko (2001), The Big Lebowsky (1998), Clerks (1994), The Fight Club (1999), la británica Trainspotting (1996), la francesa Amelie (2000) la coreana Oldboy (2003), Jodorowsky, Tarantino, Bergman, Godard, Leone, Jarmusch, Lynch… Es bastante grande como para escribirlo en una entrada, por lo que prefiero tratarlo por pinceladas con cada posteo de este blog. Saludos.

8 de noviembre de 2009

Estreno: Gestación

El turno va para una película nacional: Gestación (2009), dirigida por Esteban Ramírez; el cual ya había realizado Caribe en el 2004.

A pesar de unos aislados comentarios negativos que escuché antes de observar esta película, se sale de la sala de cine con buena impreción (yo diría cierta satisfacción). Aún por lo que se le critica, como poca originalidad en su historia, para cualquier paisano familiarizado con el Valle Central no se verá indiferente. Como espectador “criollo" se siente muy identificado por la cotidaniedad y los guiños pupulares (positivos o negativos) que se muestran de la cultura costarricense. Desde una canción de Capmany, hasta el muchacho buena nota de la calle que pide monedas.

Como ya se mencionó, el tema que trata suele parecer algo gastado, pero uno como espectador lo ve muy palpable. Puede que se abuse un poco, pero rescato el trabajo en mostrar tomas de diversos ángulos del Área Metropolitana, tal como lo suelen hacer Martin Scorsese o Woody Allen con Nueva York en sus películas (con diferentes perspectivas uno del otro, eso sí). San José; con sus bulevares bien cuidados, calles atestadas de buses y aceras hormigueantes de gente, se transforma en parte importante del elenco.

Entre los otros detalles, como la música, es rescatable la onda roquera de Bernal Villegas. No tanto así la actuación de Edgar Román (Teo), que se nota algo irregular o sobre actuado. Buena si es Natalia Arias (Alba, la amiga de Jesse), que va más allá de su rol secundario; complementando así el trabajo de Adriana Álvarez, con el peso dramático que sostiene.

Gestación ya casi cumple un mes en Cartelera. Fenómeno inusual para una película costarricense, de la cual no se le puede ser imparcial. No es para menos, se ha impuesto en salas ticas a la esperada película de Tarantino y al publicitado documental de Michael Jackson.

FICHA ARTÍSTICA

Nombre: Gestación
Año: 2009
Director: Esteban Ramírez
Guión: María Silva y Esteban Ramírez
Actores: Adriana Álvarez, Edgar Román y Natalia Arias
Música: Bernal Villegas
País: Costa Rica
Idioma: Español
Duración: 91 minutos


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1 de noviembre de 2009

Once: Tributo a la música indie


Once (2006) es una película irlandesa de presupuesto bastante modesto, lo que no le ha impedido ser un éxito en festivales de cine independiente como Sundance; donde ganó el Premio del Público en el 2007.

Aunque se podría calificar dentro del musical, es poco usual si comparamos con el arquetipo de película que van en este género (Chicago, Moulin Rouge, Dreamgirls, etc); que a la par de Once nos resultan algo frívolos. El elenco consta de actores, que son músicos interpretando a sí mismo; por lo menos en esencia. La banda sonora es compuesta por ellos mismos, que también ejerce función de guión. Por esto mismo puede parecer que la historia vaya a muchos lados, aunque con muchas sensaciones en común.

El realismo entre sus personajes es palpable. Él: músico independiente que repara aspiradoras en casa de su padre, que en sus ratos libres es un trovador de calle. Ella: inmigrante checa dotada con el piano, la cual se gana la vida limpiando casas y vendiendo flores. Desconocidos que encuentran en la música un punto en común en donde sus canciones toman rienda al guión de la película; reflejando problemas, relaciones personales y estados de ánimo. Aclaro eso sí, que no es una típica historia romántica. Por ese lado no es convencional.



Al terminar de ver esta película, queda un buen sabor de boca. Se le resalta el esfuerzo de realización, con su elenco de músicos-actores desconocidos en las alfombras rojas. Ganadores de un Oscar a la mejor canción original en el 2007 por el tema Falling Slowly; y premiados en docenas de festivales de cine en el mundo. Sus limitaciones son compensadas con locaciones adecuadas para lo que se quiere mostrar.



Quienes se dedican a la música no serán los únicos que se verán muy cercanos al argumento de Once. Porque más que una película sobre músicos, es una cinta sobre la gente común; que buscan vivir de lo que son buenos mientras tienen otras realidades de las que no son tan libres como quieren.

FICHA ARTÍSTICA

Nombre: Once (Una Vez)
Año: 2006
Director: John Carney
Actores: Glen Hansard y Marketa Irglova
Música: Glen Hansard
País: Irlanda
Idioma: inglés y checo
Duración: 85 minutos