16 de febrero de 2010

Escenas Memorables: Cantinflas dirige una orquesta



Las películas de Mario Moreno Cantinflas fueron de las primeras que vi desde que tengo memoria. En esos años noventeros los canales de televisión las daban repitidas veces, desde Águila o Sol (1937) a El Barrendero (1982). Hoy seguiría igual de no ser por sus herederos, que en lo que les queda de bondad consiguieron los derechos de las películas; para negarles a las televisoras la transmisión abierta de las películas cantinflescas.

Casi diez años después, ya dentro del formato del DVD o el AVI he logrado conseguir algunas de sus mejores cintas como El Señor Doctor (1964), El Analfabeto (1960), El Extra (1962), Por Mis Pistolas (1968) o Su Excelencia (1966). Más a la espera de otros títulos pendientes. Me gusta Cantinflas pues tiene un humor que no es pedante. Con su clásico hablado enredado (cantinfleadas), salidas y refranes contagian e identifican al instante con su expectador. Los personajes de Cantinflas no son aristocráticos o que alardeen de ser importantes: son tan sencillos como la mayoría de la gente común de barrio o de campo. Que en algunas ocasiones ejercen peso, irreverencia e incluso sabiduría con quienes lo rodean; por más académicos o eruditos que sean.

Esta escena en particular es de la cinta Si yo fuera diputado (1951), uno de los buenos clásicos de su epoca a blanco y negro. Cantinflas es perseguido dentro de un teatro y acaba acorralado en el escenario, entre el público y una orquesta. Sin dominio aparente de la música logra improvisar la Rapsodia Hungara #2 a la vista atónita de sus perseguidores y el público. Quizá la escena más recordable de su larga filmografía. Por lo mismo la comparto, pues a más de uno le despierte nostalgia y risas a la comicidad propia de este actor mexicano.

10 de febrero de 2010

Cosas que hemos aprendido gracias al cine norteamericano

... y que nos ha formado como personas.

1. En toda investigación policial que se precie, es necesario como mínimo visitar un night club.

2. Si alguien te persigue por el centro de la ciudad, siempre te puedes quitártelos de encima ocultándote entre los participantes del Día de San Patricio, que se celebra en cualquier época del año.

3. Todas las camas tienen una sábana que llega hasta las axilas en el caso de las mujeres y hasta la cadera en el caso de los hombres.

4. Todas las bolsas de compra deben contener como mínimo, una barra de pan que sobresalga un poco, y siempre son de papel.

5. Una vez aplicado el lápiz labial, es imposible hacer que se corra el color… aunque se vaya bajo el agua.

6. Los sistemas de ventilación de los edificios son el escondite ideal: a nadie se le ocurrirá mirar en ellos. Sirven además para desplazarse a cualquier parte del edificio sin problemas.

7. Si hay una persecución por un mercado y vemos un puesto de melones o un carrito de helados, no hay duda de que serán atropellados por algunos de los vehículos de la persecución.

8. Si tienes que pasar por un militar alemán, no es necesario hablar el idioma. Basta con tener acento alemán.

9. La torre Eifel se puede ver desde cualquier ventana de París.

10. Un hombre no se inmuta mientras recibe una paliza de campeonato, pero se queja cuando una mujer intenta limpiarle las heridas.

11. Los comisarios de la policía siempre están de mal humor.

12. En el caso de casas encantadas o con fantasmas, las mujeres deben investigar cualquier ruido raro vestidas únicamente con algo de ropa interior.

13. Todas las mañanas las madres siempre cocinan huevos y jamón para la familia, aunque el marido y los hijos no tengan tiempo de comérselos.

14. Un solo fósforo sirve para iluminar una habitación del tamaño de una cancha de fútbol.

15. Aunque conduzcamos por una cuesta abajo totalmente recta, es necesario girar el volante a los lados cada cierto tiempo.
16. Un detective solo resuelve un caso cuando le retiran la placa.

17. El comisario de la policía siempre destituirá a su detective favorito, o le dará 48 horas para terminar su trabajo.

18. Siempre es posible estacionar en frente del edificio que se visita. La grúa nunca se lleva el carro.

19. No importa si tus enemigos te superan en número durante una pelea de artes marciales: te atacarán uno a uno mientras esperan con gesto agresivo, a que vayas acabando a tus contrincantes.

20. Las comisarías de policías someten a sus agentes a exámenes de personalidad para que te pongan como compañero de patrulla, a alguien que es justamente lo opuesto a él.

21. Si circulas con tu vehículo en dirección, nunca chocas contra el coche o camión que viene en frente: si tus esquivas girando a la izquierda, el otro lo hará a la derecha y viceversa.

22. Si tenemos un artefacto explosivo al que debemos desactivar, siempre será imposible hacerlo a menos que falten cinco segundos para que explote la bomba.

23. Cuando alguien vuelve a casa después del trabajo lo primero que hace es servirse un whiskey del mueble bar. La cubitera siempre conserva hielo en perfecto estado de congelación durante toda la jornada laboral.

24. La supervivencia en la película está garantizada para muchos personajes menos para el amigo del bueno, que siempre será asesinado, secuestrado… antes de la mitad de la película, para que el héroe de turno tenga más razones para cazar al malo.

25. Cuando se interrumpe a alguien en la mitad del afeitado y se limpia media cara con la toalla. No hay ninguna diferencia entre lo afeitado y lo que no está.

26. Antes de (intentar) matar al héroe de turno, el villano le explicará con todo lujo de detalles cuál es su plan y cuáles son sus próximos movimientos.

27. Los policías siempre hacen guardia comiendo donas o rosquillas.

28. La primera pista para cualquier detective son las cerillas con la dirección de algún bar de mala muerte al dorso.

29. Cuando el héroe es herido y está internado en un hospital, jamás sus padres y hermanos lo van a visitarlo. ¡Faltaría más, vaya mariconada! Además, el héroe siempre recibe disparos en el hombro, o golpes en las cejas. No lo verás nunca que se parta los dientes o le deformen la cara.

30. Cuando se enciende el tele siempre hay una noticia que tiene relación directa con el en ese preciso momento.

Tomado del periodico OJO, 2006.

8 de febrero de 2010

Children of Men (2006): El último en morir que apague la luz.

Al compás de la música sesentera de King Crimson, un elegante Rolls-Royce se abre paso entre una estrecha calle; inundada de suciedad, bicicletas, tuk-tuks, gente desbordándose de las aceras y puestos callejeros. Pasa por Trafalgar Square donde una manifestación se postra bajo la voz de un pastor despotricante de las catástrofes del mundo. El Rolls-Royce continúa sin inmutarse, pasando un puesto de control estrictamente vigilado por el ejército británico. Atraviesa la Zona Verde de Londres, para llegar finalmente al Battersea Power Station; en donde un cuarteto británico en los setentas infló un cerdo gigante para convertirlo en la portada de un disco al que llamarían Animals.

El lugar ya no es una planta de energía. Es una especie de arca en la cual protege obras de arte sobrevivientes del vandalismo, incluido el cerdo volador Algie. Es noviembre del año 2027, el mundo es azotado por el caos y ningún niño ha nacido en 18 años. Mientras los inmigrantes ilegales son perseguidos sin piedad, los noticieros británicos anuncian el asesinato de Diego Ricardo, la persona más joven del mundo residente en Buenos Aires. El mundo entero llora la pérdida joven argentino, al mismo tiempo que las bombas estallan en pleno centro londinense con la misma habitualidad que explotan en Bagdad hoy.

Ese es el mundo que ve en Children of Men (2006), una película de ciencia ficción inspirada en el libro de la escritora P.D. James. Es dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón, que años antes ya había hecho películas variadas como The Little Princess (1995), Great Expectations (1998), Y tu mamá también (2001) y la secuela menos comercial de la franquicia Harry Potter. En un año inolvidable también para sus amigos Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno) y Alejandro Gonzáles-Iñarritú (Babel), Children of Men (Hijos de los Hombres) se convirtió en una de las mejores películas del 2006.



La película se centra en Theo (Clive Owen), un burócrata cínico y desesperanzado de la vida que luego de 20 años se reencuentra con Julien (Julianne Moore), novia de su juventud (donde fueron activistas políticos) quien es líder del grupo insurgente conocido como los Peces. Julien le pide a Theo que escolte a una particular inmigrante, para contactar con una enigmática entidad llamada Proyecto Humano. Theo entonces se sumergirá en una travesía que lo despertará de la apatía y el pesimismo que le rodea desde el comienzo de la infertilidad.

Además de una historia que conmueve y medita sobre un futuro en donde la especie humana no puede reproducirse, es una película futurista inspirada casi en su totalidad en el presente. La guerra en Iraq, la tortura de prisioneros en Guantánamo y Abu Ghraib y el creciente sentimiento de xenofobia a los inmigrantes son elementos que Cuarón y su equipo de guionistas plasmaron en la pantalla. De igual manera, considerables referencias a las letras del disco Animals de Pink Floyd (inspirado a su vez en La Rebelión en la Granja de George Orwell), cuyo nihilismo musical no se oye pero está a la vista del espectador.

En Children of Men no existen buenos o malos. Pues los métodos totalitarios del gobierno y de la insurgencia de los Peces son igual de crueles o contradictorios para la gente que dicen proteger. La humanidad es la completa culpable de su catástrofe, no importa el color de la bandera o bando político. En eso Cuarón lo deja recalcado de sobra, pero también da la tenue esperanza en que alguien se salga de esos arquetipos en donde se comprometa con un idealismo sincero: Julien por sus convicciones políticas de juventud, Theo igual aunque es más emocional. Desea comenzar de nuevo una relación con Julien, marcada por una tragedia en el pasado que los distanció.

Esta cinta se fortalece mucho tanto de las actuaciones, como el trabajo técnico y el diseño artístico. Owen y Moore son secundados por los sobresalientes trabajos de Michael Caine como Jasper (una reminiscencia hippie), Chewetel Ejiofor como Luke y un soberbio Peter Mullam como Syd; un trastornado policía adicto a las drogas (cualquier parecido a un ex integrante de Pink Ployd no es mera coincidencia). La cinematografía de Emmanuel Lubezki, paisano y amigo de Cuarón, su cámara al hombro da un alto realismo que parece documental. En las películas de Cuarón se caracterizan por incluir tomas largas (de hasta seis minutos continuos) y en Children of Men se destacan especialmente dos (no entraré en detalles). Ambas ponen al espectador como un personaje directo, que vive el caos muy de cerca.

Personalmente, no se que tan posible sea una infertilidad humana a futuro como se ve en esta cinta. Pero de algo estoy seguro es que la infertilidad moral está en aumento. Ver la vida de Theo fue observar en bola de cristal mi vida futura. Los graffitis que se leen en sus paredes y los dibujos garabateados en escuelas abandonadas dan testimonio de todos esos sentimientos. Un medio ambiente arruinado y los suburbios londinenses tan caóticos como lo llegaron a ser las calles de Sarajevo, Mogadishu o Bagdad, dan que pensar de cómo será una ciudad como San José cuando llegue al 2027. Children of Men es una visión aterradoramente creíble del futuro, que pone a temblar al tratar de mirar más allá de los años venideros.

FICHA ARTÍSTICA

Nombre: Children of Men (Niños de los Hombres).
Año: 2006.
Director: Alfonso Cuarón.
Guión: Alfonso Cuarón, Timothy Sexton, David Arata, Mark Fergus y Hawk Ostby.
Actores: Clive Owen, Julianne Moore, Michel Caine, Claire-Hope Ashitey, Chewetel Ejiofor, Pam Ferris, Danny Huston y Peter Mullan.
Música: John Tavener.
País: Gran Bretaña.
Idioma: Inglés.
Duración: 109 minutos.


2 de febrero de 2010

Grandes Actuaciones: Peter Finch en Network (1976)

No fue un actor tan publicitado como sus contemporáneos William Holden, Jimmy Stewart o John Wayne; prehistoria al presente de la primera década del milenio. Antes de Network (1976) de Peter Finch solo había visto The Nun´s Story (1959), en la cual encarna a un sarcástico y ateo médico italiano en el Congo Belga; que ataca sutilmente los valores religiosos del personaje de Audrey Hepburn. En esta que fue su última película (Network), Finch encarna a un periodista fuera de forma el cual sufre ataques de locura en plena transmisión noticiera. Por esta actuación ganaría premios, aunque de manera póstuma. Moriría poco después de la filmación.

Network da una crítica muy dura al poder mediático de la televisión, al negocio que gira alrededor de ella y a la sociedad de norteamericana luego de la Guerra de Vietnam. Peter Finch se luce con gran intensidad que deja sin habla al espectador. Sus vociferantes diálogos aún más de treinta años después hacen eco en la actualidad. Comparto un extracto de Network con mejores las escenas de Finch.