15 de marzo de 2011

Oeste transfronterizo visto a ojos de niño



De una camiseta prestada a un auto robado. Es como nace un repentino viaje de carretera a lo largo de la costa oeste norteamericana, hasta más allá de la frontera mexicana. El motivo de la huída no parece nada del otro mundo, pero todo viaje es espejo interior que nos permite evolucionar; aún por las malas experiencias. Así lo ve Mercer (Lou Taylor Pucci), un universitario que como Huckeberry Finn en emprende un repentino viaje al sur no desde el Mississipi sino del boscoso Oregon; para encontrar a su medio hermano Arlen. Entre buenas y malas compañías Mercer sigue el rastro que deja Arlen, en una ruta que también es una aventura introspectiva hacia él mismo.

Encontré The Go-Getter (2007) al curiosear la filmografía de una de sus protagonistas. Zooey Deschanel se ha ido haciendo un campo en la industria cinéfila, entre películas comerciales e independientes; aunque su prioridad es la música. En esta película en particular le permitió conocer al músico M. Ward, compositor del soundtrack quien tiene una pequeña participación en la película. Así nació el popular dueto de música indie She & Him, el cual ha ido de la mano para Zooey Deschanel en algunas de las cintas que participa. En ésta película la oímos primero por teléfono como la dueña del auto que se roba Mercer. Pero en lugar de encender una cacería policial, se une al viaje mediante su celular. Esa relación se va estrechando mediante infortunios que van más allá de llamadas a distancia.

The Go-Getter fascina por la voz interior de sus personajes, imagenizadas por el paisaje de las interminables autopistas. No olvida que el oeste en donde se ambienta fue escenario de historias salvajes de pistoleros, sheriffs y bandidos. Relatos que escucha Mercer en la casetera del automóvil mientras conduce. El salvaje oeste de hoy ya no tendrá esa imagen evocadora que hizo famoso a John Wayne, Clint Eastwood y compañía. Pero los caminos asfaltados que cruzan los desiertos todavía siguen siendo tierra de nadie, como en la época en los hombres blancos comenzaron a expulsar a los pieles rojas de sus tierras.

Pero esta cinta no se queda ahí en sus perspectivas, ya que también vemos guiños a la nouvelle vague. Go-Getter es tan versátil e imaginativa como esas experimentales películas francesas que fascinan desde los sesentas. Quizá porque Mercer es también un niño proscrito como el de los 400 golpes, que corre perseguido en la playa para chapotear la marea baja.


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