Foto Marco Méndez |
Tuve la oportunodad de trabajar para el Festival
Siembra y Lucha hace dos semanas. Se trató del fin de semana
más metalero del año en el país. Tres días de buena música metal los cuales atraerían
a gente proveniente de toda Centroamérica para presenciar conciertos de gran
nivel. Por localía los ticos seríamos la mayoría presente a presenciar los
chivos en la verde e idílica finca de don José Figueres
La Lucha Sin Fin, conocida simplemente
como “La Lucha” en San Cristóbal Sur de Desamparados. Don Pepe nunca llegaría a imaginarse que en un futuro se congregara
parte de lo mejor y variado del género metal en su propiedad.
En sus comienzos La
Lucha dependió de la industria de cordeles y mecates a base de cabuya, plantas
que se llegaron a sembrar abundantemente en algunos pueblos de la zona. Con el
tiempo los productos a base de cabuya fueron perdiendo demanda comercial frente
a la cordelería sintética, aunque todavía se mantiene en menor escala. Pese a
intentar adaptarse a las tendencias industriales y comerciales, la producción en las fábricas de saco y
cordel sintético va en una paulatina baja respecto a épocas pasadas; la cual pone en riesgo a una
industria que da trabajo a muchas familias de la zona. Son los efectos
colaterales de crisis y tratados comerciales que no miran mucho en sus
consecuencias a mediano y largo plazo en el mercado local. La opción entonces es
reinventarse y La Lucha lo está intentando, explotando su gran
potencial turístico que la convierte en un lugar atractivo para efectuar
actividades como el Festival Siembra y Lucha.
Para tratarse de un evento musical “Siembra y Lucha” parece un
nombre atípico, aunque cae bien tratándose del lugar donde se iba a realizar. La
actividad se ha llevado planeando durante todo el año, a pesar de la
desconfianza de alguna gente de la zona. Aún se mantienen erróneos
prejuicios tanto de la música metal como de la gente que la escucha. El
caso es que a pesar de la intimidante marea de camisetas negras y el fuerte
estado etílico de algunos, los visitantes no ocasionaron problemas de gravedad
como esperaban los más recelosos. Las patadas y brincos quedaron para el mosh frente a la tarima. El resto se
acomodó a sus anchas en la cancha, en las bancas aledañas o incluso entre los
cabuyales. Como quien asistiera en 1969 a una actividad parecida en un rural
pueblo norteamericano llamado Woodstock.
Un día antes de comenzar los conciertos unos amigos y yo nos
sumamos al STAFF del Festival. Habíamos recibo antes una inducción de un par de
horas sobre cómo se iba a trabajar. Nos asignaron a la parte de Servicio al
Cliente, un rol que prácticamente consistía en hacer un poco de todo. Antes que
llegaran los primeros visitantes extranjeros se nos encomendó montar 20 tiendas
de campaña para la zona VIP, en un área algo alejada de la tarima pero
tranquila bajo los verdes cipreses. Después nos tocó hacer limpieza en uno de
los bares cerca de la tarima, comenzarlos a surtir de cerveza y demás líquido
etílico requerido. Trabajo arduo que nos llevó hasta la noche y nos dejaría muy
cansados. Nunca en mis manos pasaron tantas cervezas. Tras recibir algunos
visitantes panameños volvimos a casa para dormir unas tres horas y encarar el
comienzo del festival la mañana siguiente.
El viernes fue tan agotador como el jueves. Parte de la
misión era recibir los buses con visitantes y conducirlos a su área de
campamento, cuestión que consistía en caminar mucho reiteradamente durante el
día. No era gran responsabilidad comparada rol de organizadores y cabecillas a
cargo del festival. Pasaban constantemente ocupados coordinando detalles como
la seguridad, entrada y salida de buses, alimentación, la llegada de grupos
musicales, suministros y entre otros. Prácticamente no durmieron en los tres
días del festival para llevar a cabo la actividad y es algo para reconocerles.
Difícilmente se ve ese esfuerzo a simple vista. No suele tener atención como la
tarima de conciertos.
Estar caminando de un lado a otro tenía sus ventajas. Podía
ir tomando fotos y tener idea del desarrollo del festival. Si bien la música
metal no me molesta para escuchar, debo reconocer con cierta vergüenza que no
tenía idea de las bandas que se iban a presentar. Ni si quiera las nacionales
como Final Trial, un grupo de ésta
zona que tuvo el privilegio de abrir el festival. De haber tenido chance no me
hubiera importado pasar horas en Wikipedia documentándome de las bandas que se
iban a tocar en los tres días. Cosa que voy haciendo estos días además de
buscar y escuchar su música.
Mientras iba de un lado a otro siempre que podía intentaba poner
atención a la introducción de los grupos, junto a la música tocada en tarima.
Pasando cerca de los camerinos pude ver el arribo de los integrantes de Saurom, quienes fueron muy ovacionados
en su llegada. Ésta banda española es conocida por interpretar canciones
inspiradas en El Señor de los Anillos
de Tolkien. Cerca de ahí guiando
a unos visitantes con gafete de prensa nos topamos a Ralph Scheepers (vocalista de Primal
Fear), quien no tuvo reparo para saludarnos y sacarnos fotos con él; a
pesar que yo en ese momento no sabía quién era. Su grupo cerró el primer día de
conciertos. Lo vimos un rato luego de la una de la mañana antes de volver a
casa y dormir unas cuantas horas para el segundo día de chivos.
El sábado las ojeras iban siendo más notorias, pero había
que seguir en el segundo día del festival. A diferencia del vienes, poca gente
llegó para acampar y en cambio si llegó una buena masa de personas que se irían
ese mismo día. Para la mayoría de visitantes Over Kill y Warcry eran los
grupos más esperados para el sábado, aunque no por eso las demás bandas estaban
por menos en expectación. Al anochecer se podían escuchar los carismáticos
discursos del vocalista de Lujuria,
quien mantuvo muy animada a la gente congregando a los más dispersos a
acercarse a la tarima. Ese día nos dejaron salir a las 8:00 pm y nos quedamos
un rato en el festival para ver la presentación de Sabaton, una banda sueca que en este mismo año se presentó en el
multitudinario Wacken Open Air en
Alemania.
El cansancio era más que evidente para los miembros del STAFF
que trabajaron hasta tarde la madrugada del domingo, coordinando la salida de
los buses al Área Metropolitana. Un esfuerzo más en el último día de chivos del
Festival Siembra y Lucha, lidiando con incómodos reclamos de cortesías los
cuales no teníamos idea. Algunos visitantes emprendían su salida de La Lucha,
aunque la mayoría sólo hacía maletas para salir apenas terminaban los chivos y
otros más despreocupados las harían después el lunes al amanecer. Regresando
por su cuenta a dedo, en vehículo propio o esperando los buses de la zona que
van diariamente hacia Cartago.
El domingo anduve un tanto alejado de la tarima. Logré sacar
algunas fotos de los chivos de la tarde, pero no así la noche. Mis amigos del
pueblo estaban de receso desde la tarde pudieron ver las presentaciones de Orphaned Land, Stratovarius y Mayhem. A
diferencia de la mayoría de grupos, esta banda llegó a Costa Rica con algunos
días de anticipación para el festival. Como me contaban antes y me pude
documentar después la historia de Mayhem
es
tan fascinante como siniestra. Generalmente en sus presentaciones en vivo
suelen colocarse varias cabezas de cerdos en el escenario, pero afortunadamente
eso no sucedió durante su concierto en el cierre del festival. Aún así el vocalista
Attila Csihar no dejó indiferente a nadie, sosteniendo un cráneo mientras
cantaba durante su presentación.
De jueves a viernes prácticamente no pude seguir las
impresiones en medios y redes sociales sobre el festival. En el periódico La
Nación, los foros de 89
Decibeles y el
perfil de Facebook del FSL encontré algunas opiniones negativas y
positivas, de las que no me hubiera enterado dentro del festival. Los
visitantes e incluso las mismas bandas tuvieron qué contar, bueno y malo. Todavía
hoy voy encontrando más impresiones de amigos y conocidos que se dieron la
vuelta a los chivos. En boca a boca salen algunas anécdotas como la de Noel Calvo (guitarra y voz de Final Trial), quien contaba haber
estado con unos salvadoreños que lloraban de felicidad por disfrutar de las bandas
en Centroamérica. Sin el festival hubieran ocupado viajar a Norteamérica y
Europa para poder verlas. Queda esperar el año entrante otra eventual edición del FSL en La Lucha, con la lección aprendida de
los errores cometidos. A pesar de recelos o prejuicios fue una gran ayuda
económica para gente y comercios de las comunidades vecinas.
***
En
este enlace se pueden ver las fotos que logré sacar en el FSL. También
encontré ésta
otra galería en la cual se ven soberbias fotos de las bandas en el
escenario.
Buena experiencia por lo que cuentas y se ve en las fotos. Yo he ido a varios festivales de música indie/alternativa aquí en España, y al final es bastante parecido el ambiente aunque la música y los grupos de gente sean diferentes: muchas cervezas de acá para allá, camping, césped, y los grandes escenarios.
ResponderEliminarNo estoy yo tampoco muy documentada en la música metal, aunque escuchaba algo en el instituto porque un par de amigos eran aficionados a grupos tipo Rammstein, o muchos como Korn o Static-X, de los que aparecían en la banda sonora de La Reina de los Condenados (2002), película que en la ambientación musical y la caracterización del protagonista está bien, aunque es decepcionante respecto al libro de Anne Rice.
Me alegro de que te tomases el tiempo para leer la entrevista a Clay Rodery. Estoy de acuerdo contigo en que tiene una proyección muy interesante, y por eso cuando vi su trabajo quise ponerme en contacto con él. Creo que si estuviésemos en la época de los 60/70, y bueno también hasta los 80 - viene siendo una moda más moderna utilizar fotografías -, donde los pósters de las películas eran realizados por dibujantes, seguramente hubiera tenido un gran hueco en esa industria. Al menos la idea de GoT le ha llevado también a ser más conocido.
Las series que mencionábamos en la entrevista de Breaking Bad y True Detective, si no las conoces, creo que te resultarían interesantes. Además la última, es también de HBO como GoT y sólo han sido 8 episodios, se puede ver fácilmente, y tiene una atmósfera muy cautivadora, sobre todo en los primeros episodios.
Saludos, Marco!
Tengo muy abandonado el blog y hasta hoy encuentro el comentario.
EliminarEl festival fue una especie de hito en ésta zona aparentemente idílica. Nos dejó muy cansados, pero satisfechos la mayor parte por lo que brindó la actividad. Yo tampoco he sido muy fan al metal y sus géneros, pero me ha dado gusto escuchar las bandas que llegaron acá y documentarme de forma didáctica sobre ellas. Interpretar el mensaje de sus letras junto a la complejidad de los acordes musicales. Como algunos amigos metaleros dicen, no es solo agitar el pelo.
En cuanto a la series tengo Breaking Bad porque me la habían encargado buscar no hace mucho, aunque no he visto ni el episodio piloto. Igual con True Detective de la que he leído buenos comentarios. Otras como House of Cards o The Tunnel (con Clémence Poésy) voy viéndolas a paso de tortuga. Sólo con algunas series animes de pocos episodios y Game of Thrones voy al día. Trato de dedicar más rato a las películas, sobre todo con las que no he visto y tengo haciendo cola hace años. Aún así se cae en la tentación de volver a ver los clásicos de culto personal.
Saludos Mara.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGame of Thrones también es de las que yo llevo el día. ¿Estás viendo The Tunnel? Es que yo estoy viendo ahora mismo la original, la danesa-sueca "Bron/Broen", en la que se han basado y me está gustando mucho. House of Cards la tengo pendiente, me gustaría verla pronto.
ResponderEliminarVi tu comentario y ya me contarás qué te parecieron las películas de Vallée si consigues ver alguna pronto. Yo ando viendo mil que tenía pendientes también, más el par de series que sigo ahora. Y sí, últimamente intento profundizar más en las entradas de cine, fotografía, etc., vamos las que no tienen un toque más íntimo y personal, porque también es una forma de compartir las cosas que leo yo sobre esos directores y de dar a conocer a más gente a los fotógrafos o ilustradores que me llaman la atención.
Espero que vaya todo bien por allí. Aquí ahora entramos en la estación más seca dentro de nada, a finales de junio, pero la verdad es que este año está siendo todo muy seco, desde el año 82 o por ahi, que no llovía tan poco según dicen las estadísticas que leí el otro día en el periódico.
Saludos Marco.