Ben Willis (Sean Biggerstaff) es un estudiante de arte que cursa su último año. Tras romper con su novia Suzie, Ben se sumerge en una dura crisis sentimental la cual le deja noches de insomnio. Sin poder dormir durante días, consigue al igual que Travis Bickle (protagonista de Taxi Driver) un empleo nocturno para monetizar las ocho horas extras en las que permanece despierto. Encuentra trabajo en un supermercado poblado de singulares empleados, un manager con una falsa imagen de superioridad y una cajera que despertará en Ben nuevas sensaciones.}
Cashback (2006), que se podría traducir como “El cambio” o “El Vuelto”. Es conocida en nuestros países como “Ensueños de Hipermercado”. Originalmente fue un cortometraje popular, tanto lo fue que evolucionó en una película. Aquí vemos uno de esos tantos perdedores que fascinan y nos identifican como lo es Ben, aunque la verdad no se rebaja al nivel de sus compañeros de trabajo. Devastado en su desgracia interna, se sumerge por otros mundos más convencionales para encontrar un nuevo sentido a su existencia.
Pareciera que un supermercado no es el sitio más adecuado para tal búsqueda; pues generalmente son sitios sobreexplotadores, llenos de tedio y monotonía. Ben en cambio lo ve desde otra concepción diferente. Como artista que es en toda su sensibilidad, encuentra y logra dibujar la belleza de los segundos congelados en un sitio aparentemente común como lo es un supermercado. No he llegado a trabajar en uno, pero sí en otros sitios algo más semejantes. Esos donde le tiempo pareciera correr para atrás, donde la esencia vital se nos escurre a veces sin darnos cuenta. Cuando nos percatamos quedamos vacíos y huecos como cáscaras de huevo, agujereado por un pequeño alfiler en uno de sus extremos.
Aparte de su existencialidad, Cashback nos divierte bastante con la excentricidad de algunos personajes, sus ironías y una que otra parodia. Tiene un buen uso de la música, aprovechando desde el bolero de Ravel a la estridencia de los Black Keys. No falta decir más. Basta con oír a Ben Willis en su voz en off, para que nos comparta su existencia y su filosofía de vida desde los pasillos de un supermercado.
Cashback (2006), que se podría traducir como “El cambio” o “El Vuelto”. Es conocida en nuestros países como “Ensueños de Hipermercado”. Originalmente fue un cortometraje popular, tanto lo fue que evolucionó en una película. Aquí vemos uno de esos tantos perdedores que fascinan y nos identifican como lo es Ben, aunque la verdad no se rebaja al nivel de sus compañeros de trabajo. Devastado en su desgracia interna, se sumerge por otros mundos más convencionales para encontrar un nuevo sentido a su existencia.
Pareciera que un supermercado no es el sitio más adecuado para tal búsqueda; pues generalmente son sitios sobreexplotadores, llenos de tedio y monotonía. Ben en cambio lo ve desde otra concepción diferente. Como artista que es en toda su sensibilidad, encuentra y logra dibujar la belleza de los segundos congelados en un sitio aparentemente común como lo es un supermercado. No he llegado a trabajar en uno, pero sí en otros sitios algo más semejantes. Esos donde le tiempo pareciera correr para atrás, donde la esencia vital se nos escurre a veces sin darnos cuenta. Cuando nos percatamos quedamos vacíos y huecos como cáscaras de huevo, agujereado por un pequeño alfiler en uno de sus extremos.
Aparte de su existencialidad, Cashback nos divierte bastante con la excentricidad de algunos personajes, sus ironías y una que otra parodia. Tiene un buen uso de la música, aprovechando desde el bolero de Ravel a la estridencia de los Black Keys. No falta decir más. Basta con oír a Ben Willis en su voz en off, para que nos comparta su existencia y su filosofía de vida desde los pasillos de un supermercado.
FICHA ARTÍSTICA
Nombre: Cashback (Ensueños de Hipermercado).
Año: 2006.
Director: Sean Ellis.
Guión:Sean Ellis.
Actores: Sean Biggerstaff, Emilia Fox, Shaun Evans, Michel Ryan y Stuart Goodwin.
Música: Guy Farley.
País: Gran Bretaña.
Idioma: Inglés.
Duración: 102 minutos.
Tiene muy buena pinta! :) Me ha encantado lo que has descrito de esos momentos de Ben en el supermercado, y de la música con Black Keys. Me la apunto, porque creo que me va a gustar y debe ser interesante ;)
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