13 de octubre de 2011

Guíanos, hasta el fin de los tiempos



¿Dónde estabas tú cuando hice los cimientos de la tierra? ¿Cuando las estrellas del alba alababan y todos los hijos de Dios gritaban de alegría?

Job, versiculo 38: 4,7

Hace pocos años dejé de creer en Dios dentro del concepto que comúnmente se promueve. Rezos reiterados, misas los domingos, caerle bien a todo el mundo en la iglesia y demás hipocrecías. Por ahí en Facebook veo un enlace popular que dice "no tengo nada en contra de Dios, lo que no soporto su club de fans". Pero la verdad sería muy absolutista de mi parte declararme ateo, por más excéptico que sea no solo de la religión; sino de todas las cosas en general. Tanto las creencias como las ideologías están como placebo mental para los que quieren encontrar respuestas rápidas y obvias a sus preguntas.

Si hay alguna filosofía que se acerca más a mi concepto de existencia es la panteísta, a la que me referí en la entrada pasada. Una constante en mayor o menor medida que se da en la corta filmografía de Terrence Malick, al que posiblemente de joven poco a poco se adentró en el camino del excepticismo. El cual a través de sus películas peregrina una eterna búsqueda de respuestas sobre la existencia en sí. Es válido desconfiar del concepto de "dios" que pregona el clérigo nazi que lidera el Vaticano, aunque no me atrevería a soslayar que dentro de la existencia del mundo y el universo hay una energía presente que lo mueve todo, que para bien o mal incide en la gente. Una energía que la humanidad en su existencia le ha dado multitud de nombres (Yavé, Alá, Dios...) en la cual ha muerto y matado para imponerlo así entre los demás.

Esto y más es lo que divago aún a dos semanas de haber visto El Árbol de la Vida, que desde entonces no he querido ver alguna otra cinta. Aún no he terminado de digerir el infinito mensaje visual que transmite a través de las soberbias imágenes captadas por Emmanuel Lubezki y los suyos, hombre-cámara y mano derecha de Malick en sus últimas películas. La lógica en el montaje de la película es tan coherente como los sueños que uno tiene por la noche. Imágenes sueltas y desordenas que apenas recordamos al despertar.

Las secuencias de la creación de la Tierra y el cosmos me reafirman la idea de que algo invisible y poderoso mueve la existencia, tan grande que marcarle un comienzo seria una ingenuidad. Pero no creo válido apartir de esa idea crear amigos imaginarios para justificar nuestras ignoracias y maldades. Como dijo un científico que no recuerdo el nombre y como lo canta el uruguayo Jorge Drexler en sus canciones "la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma". Pienso que ahí radica la eternidad, en ciclos aparentemente cortos como la existencia de una estrella.

3 comentarios:

  1. Marco, nuestra visión de mundo es bastante cercana, aunque sigo pensando en que dios no creó al hombre, sino al revés: la humanidad creó a dios
    porque no se podía explicar lo que lo rodeaba,
    porque no entendía los fenómenos naturales,
    para ideologizar esquemas de dominación,
    por temores anímicos muy fuertes,
    por ignorancia,
    por ingenuidad,
    por cálculo de los poderosos.

    Quiero decirle que siempre leo con mucho placer y con mente abierta (como un niño ante la vida) sus comentarios en mi blog, sobre todo los de cine, por la actitud de ensayo que usted logra desplegar con cada uno de ellos. Ahora he venido a ponerme al día con su blog, y llevo su rato de leerlo. Es lo bueno. Y lo mejor es que hay riqueza conceptual. Incluso, lo releo.

    Aprovecho, porque me cuesta estar viniendo, para dejarle una invitación para un tema que le va a gustar:
    Hace 40 años se estrenó La Naranja Mecánica: Toda sátira implica una relación de odio hacia aquello que es objeto de su burla.

    http://lahuelladelojo.blogspot.com/

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  2. Me alegro de que te gustase la última entrada de mi blog con las fotografías de Laura Makabresku. A mí también me recordaron a Anticristo de Von Trier cuando las ví. De hecho me cautivaron desde que leí una entrevista en una revista con ella, es una chica de mi edad más o menos, de entre 20 0 25 años, sino recuerdo mal, y me pareció magnífico la forma que tenía de capturar atmósferas y paisajes, dando lugar a unas fotografías llenas de misterio y emociones. Ella misma reconoce que la inspiran mucho las películas de Lynch y de Von Trier, y eso se nota, la verdad; y como a mí me gusta su cine y la estética de sus obras, igualmente me gustaron las fotografías de Laura.

    He estado echando un vistazo a tus últimas entradas. Muy interesante lo que escribiste sobre Mr. Nobody, y me gustó esa referencia a Donnie Darko, yo también me acordé de ella mientras veía Mr. Nobody. Y me has descubierto a un desconocido para mí, Emmanuel Lubezki. He estado echando mirando su filmografía y ha dirigido la fotografía de muchas películas que me fascinaban especialmente por sus imágenes como Grandes Esperanzas (también de Cuarón), Sleepy Hollow, Conoces a Joe Black, o Children of Men… es una lástima que a veces nos quedamos sólo con el nombre del director, cuando los directores de fotografía tienen gran parte del mérito del resultado de la película. Por ejemplo, siempre me ha fascinado la fotografía de las películas de Coppola, tanto padre como hija, y es que siempre se codean con grandes directores de fotografía.

    Muy interesante también lo del panteísmo, y lo que escribiste sobre Malick. Es una lástima que sólo he visto suyas La delgada línea roja, y la verdad es que era una peli interesante como tú bien has dicho, sin duda mucho más que Salvar al soldado Ryan, que tiene unas grandes imágenes de steady cam (que por cierto, como anécdota interesante, algunas las grabó Vin Diesel), pero su historia es un discurso patriótico que a mí tampoco me acabó de convencer; y Jim Caviezel estaba sublime en la cinta de Malick. Siempre he tenido curiosidad por ver Badlands, porque he visto imágenes de la película y me han parecido de una belleza extraordinaria, y por lo que has escrito sobre ella y la fotografía, Days of Heaven también tiene muy buena pinta. Además Sam Shepard me encanta, como autor y actor, y Richard Gere cuando le dan papeles interesantes también está genial. The tree of life también me la apunto, que me he quedado intigrada por verla.

    un saludo grande!

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  3. Aunque no tengo una concepción panteísta de la vida (soy más ateista), hay algo que me llama enormemente la atención de esta creencia, y es su nostalgia hacia lo simbólico de la naturaleza. Como bien sabrás, el film de Malick me parece una de las mejores películas que he visto en los últimos tiempos y su lectura y significado me resultan impresionantes y notorios. Por cierto, excelente tu entrada anterior la cual no pude comentar en su tiempo por problemas con blogger.

    Saludos, siempre es interesante leer tus publicaciones.

    P.D; Ya tengo en mis manos el bluray de The Tree of Life, y si antes estaba maravillado por las imágenes de Malick, creo que en este nuevo formato la experiencia es mas que alucinante.

    "Dios envía moscas a las heridas que él debería curar" The Tree of Life.

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