11 de mayo de 2010

A modo de ensayo: Taxi Driver (1976)

Antes de leer esta entrada se recomienda:
  • En lo posible haber visto Taxi Driver. Se escribirá abiertamente de su contenido, spoilers y demás. Por eso, si es de los que no gustan saber la trama de la película sin haberla visto recomiendo dejar de leer ahora.
  • Abrir una pestaña o ventana aparte con este enlace. Es una canción del soundtrack de la película, que se puede ir oyendo mientras se lee la entrada.

Diario de un taxista (I)

Travis Bickle es un veterano de la guerra de Vietnam asediado por el insomnio. Entre buses, trenes y cines XXX termina pidiendo empleo como taxista. “Si voy andar deambulando, al menos que me pague por eso”, afirma. En su turno nocturno Travis (Robert DeNiro) tendrá desde la cabina de su taxi un punto privilegiado de observación, en primera línea de la vida nocturna de su ciudad.

Pero el New York de Travis es muy opuesto al New York de Isaac Davis (Manhattan, 1979), al de Gordon Gekko (Wall Street, 1987) o al Carrie Brandshaw (Sex & the City). En lugar de los suburbios intelectuales de Greenwich Village, la bursátil Wall Street o el glamoroso Park Avenue Travis se adentra por las salvajes y nauseabundas calles de Brooklyn, Queens o Harlem. Barrios marginales donde italianos, negros, latinos, chinos y demás etnia inmigrante sobrevive y balea por metros cuadrados de cemento.

Pordioseros, putas, drogadictos, pederastas y demás escoria urbana habitan ese New York de Travis. El mismo nos comparte su diario a voz en off; en el cual escribe con repudio a su entorno, la monotonía y el peligro que la envuelve. Travis es consciente que debe hacer (o haber) algo que lo saque de su letargo, el cual lo acompaña junto con a su diario, los desayunos fríos y la televisión.

Las musas de Travis

Esa razón que saca del letargo a nuestro personaje viene con vestido blanco. Se trata de Betsy (Cybill Shepherd), una activista a sueldo que trabaja en la camaña electoral del senador Palantine (Leonard Harris). Luego de días de observarla desde su taxi, Travis se arma de valor para hablarle; que derivará en una invitación a un café y al cine. Ante la aparente seguridad del taxista, Betsy siente curiosidad y sigue la conversación.

En un guión de Woody Allen, Travis llevaría a Betsy a la proyección de la más reciente película de Ingmar Bergman. O bien, a algún reestreno de una comedia de los Hermanos Marx. Pero el guionista acá es Paul Schrader, el cual según una nota visual del canal TCM gozaba de mal momento cuando escribió el guión: Una productora no quiso financiarle una película y su mujer le dejó. Terminó refugiándose en las calles y los cines porno. Ahí es justamente donde termina Travis llevando a Betsy, cosa que a ella (y seguramente a muchas mujeres) no les hará nada de gracia.

Paralelamente a Betsy, el “taxi driver” tendrá un par de breves encuentros con una joven prostituta; Iris (Jodie Foster). Llenará un poco la resaca emocional que dejó el fiasco con Betsy. Aunque para Travis, el sentimiento que le despierta a Iris no es el mismo que pasó con Betsy. Travis piensa y le hace ver a Iris el desperdicio de vida en las calles. Corrompiéndose día y noche, para que su proxeneta (Harvey Keitel) se gane la vida sin mayor esfuerzo. Iris entra en razón, a costa de la violencia y desequilibrio mental por el que pasa Travis.

¿Me hablas a mí?

El rechazo de Betsy deja más grande el hueco existencial de nuestro taxista. Luego de una particular conversación con un cliente (actuado por el propio Scorsese), quien es testigo vengativo de las infidelidades de su mujer. Travis iniciará su afición por las armas.

Los disparos serán su válvula de escape. De esta manera, junto con el reflejo de su espejo, planeará un atentado contra el senador Palantine. A pesar de haber viajado en el taxi de Travis, en donde él se mostrara simpático con el taxista, a Travis le cae pesado el discurso hipócrita del político. Porque fue gente como él que lo envió a Vietnam, a una guerra injusta que dejó huella emocional. Haciéndolo inadaptable a una sociedad enferma, que escupe y menosprecia su regreso.

Mismo sentimiento llegó a John Hinckley, Jr. Quién además de estar obsesionado por Jodie Foster, vio en Ronald Reagan al Palantine de Travis. Influenciado por Taxi Driver, Hinckley atentó contra Reagan. Pero como nuestro taxista, fracasaría en el intento.

Ante el fallo del plan, Travis enfoca su esfuerzo en rescatar a Iris del bajo mundo de la prostitución. Iris sienta cabeza luego del sangriento tiroteo que ocasiona Travis, que resulta gravemente herido. Encuentra en la balacera contra los mafiosos y proxenetas la redención que estaba buscando.

Luego de tan rápidos segundos de violencia, lo que menos se esperaría es otra voz en off leyendo una carta de agradecimiento de los padres de Iris a Travis. Al mismo tiempo en que el espectador va viendo encabezados y noticias, glorificando la matanza que protagonizó el taxista. Así es como gana un lugar en el mundo, el cual le da un gran aire de suficiencia que se permite hablar campante en su último encuentro con Betsy; dentro de su taxi.

En ese último encuentro, el rostro de Betsy reflejado en el retrovisor del taxi se muestra ansioso y dubitativo. Como si deseara dar una segunda oportunidad a Travis. Pero él no necesita de ella, por lo que la despide con la mayor de las frialdades. Debido no solo porque ella no contestara las llamadas que le hizo, o rechazara las flores que le mandó. Sino porque tiene plenitud, su vida tiene una maldita razón de existencia. Está en su taxi, con el que puede dialogar a través de su espejo retrovisor. Ese submarino amarillo por el que navega entre peligrosas calles y mundos suburbanos, en donde es actor principal de su propia existencia.

Diario de un taxista (II)

Más allá de su violencia y sus bajos mundos, Taxi Driver es una película maravillosa. Más trabajada y cuidada que su antecesora Mean Streets (Malas Calles, 1973). Crédito a un buen guión, grandes actuaciones y a un soundtrack de antología. Unas notas musicalizadas por un saxofón lleno de sentimiento y melancolía, como la soledad por la que pasa Travis. Una música que adorna un arcoíris de luces distorsionadas por la lluvia, que se ven en el parabrisas de un taxi emergente entre la niebla de las alcantarillas.

Taxi Driver es de las películas, que luego de verla uno se dice (al auto compararse con Travis): “ESE HIJOEPUTA SOY YO”.

Curiosidades (1)
  • En el guión original el personaje del proxeneta interpretado por Harvey Keitel era de raza negra. Dado que ya habían aparecido numerosos personajes antagonistas que también eran negros, se decidió que el proxeneta fuera blanco para no deteriorar la imagen de la población afroamericana.
  • La cresta o "mohawk" de Robert De Niro no es original, se le implantó una especie de "mascara" de plástico en el cráneo dejando salir cabello sólo en la parte de en medio de la cabeza.
  • Robert De Niro trabajó como taxista cuatro semanas antes de la filmación, con el fin de meterse de lleno en su papel.
  • Es la primera película en la que se introdujo un primer plano de un vaso de agua, cuando Travis dialoga con los otros taxistas del turno de noche en la cafetería.
  • En una de las escenas finales, Robert De Niro mantiene una conversación con Jodie Foster sentados en un bar. En un momento dado Jodie Foster se quita las gafas de sol que lleva puestas y las deja encima de la mesa. Cuando al poco rato se las vuelve a poner son unas gafas completamente distintas.
  • Hay dos intervenciones de Scorsese en el film: la primera y la más conocida, es la del cliente cornudo de Travis que amenaza con matar a su mujer con una magnum; la segunda es un breve cameo, en la primera aparición de Betsy le vemos sentado en un banco dirigiendo la mirada a la chica.
  • En la escena del cliente cornudo en el Taxi, aparecen cinco tomas que muestran el contador de tarifa del taxi. Cuando Travis baja la bandera y el contador reinicia su avance, la primera lectura que se ve es de 065, más adelante vuelve a verse 065 (es decir, no avanzó), más adelante hay un close up al contador y se ve 275, en la cuarta toma se puede leer 075 y en la quinta de nuevo 065.
  • En la última escena, donde Travis lleva a Betsy en su taxi, después de dejarla, al ir avanzando Travis voltea súbitamente a ver el espejo retrovisor por alguna razón desconocida.
  • En la canción The Badge, de Pantera, se pueden escuchar algunos fragmentos de la película (escena final del tiroteo) al inicio y al final.

FICHA ARTTÍSICA

Nombre: Taxi Driver
Año: 1976
Directora: Marin Scorsese
Guión: Paul Schrader
Actores: Robert DeNiro, Jodie Foster, Harvey Keitel, Cybill Shepherd, Leonard Harris y Peter Boyle.
Música: Bernand Hermann
País: EE. UU.
Idioma: inglés.
Duración: 113 minutos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su comentario o pedrada es bienvenida, siempre y cuando no se atrincheren en el anonimato o vayan al autobombo del SPAM. De ser así serán borrados.