Cuando se ven los créditos de una película, generalmente el espectador se enfoca en el nombre de los actores. Rara vez la gente detrás de cámara toma protagonismo e incluso más los que ponen el dinero para la realización. De Dino de Laurentis (el hombre de gafas) leí su nombre en varias cintas en particular. Desde Spaghetis Westerns como Navajo Joe (1966) a las surrealistas películas de David Lynch, como Dune (1984) y Blue Velvet (1986). Gracias a él pudimos ver a Audrey Hepburn en su primera película a color (War & Peace, 1956) . Financió algunos de los primeros trabajos de Federico Fellini y otros reconocidos realizadores italianos, para un total de 500 películas durante casi 60 años.
Los productores ejecutivos son generalmente los culpables de minar el poder creativo de los directores y su equipo de producción. A eso porque ante todo son los que ponen el capital para crear el arte, del cual esperan al menos recuperar la inversión. Por el Canal TCM supe que prometió a David Lynch producirle otra película de él si le realizaba Dune. Cumplió su promesa aún cuando Dune fue un rotundo fracaso de taquilla. No muchos productores suelen arriesgar su capital por el arte ajeno no comercial, pero Dino de Laurentiis fue uno de esos.
Pues... me da sentimiento de culpa, porque no hablo de él en mi blog. Por dicha lo hace usted. Es que no siempre los productores me caen bien...
ResponderEliminarSaludos, amigo.
Leí cosas sobre su relación con Lynch, siempre andaban en un tira y afloja porque él no quería hacer Dune y luego le dijo que le produciría la siguiente etc, y se mencionó que la representación, más bien parodia, que hace de los productores en Mulholland Dr., el señor Lynch, iba dedicada a Laurentis ^^ La verdad es que, a pesar de esos conflictos, que supongo tendrán todos los directores/productores, hizo mucho por el cine.
ResponderEliminarY espero que encuentres Dans Paris. Tiene momentos muy buenos, sobre todo por la actuación de Romain Duris. Los estados emocionales por los que pasa su personaje y su forma de expresarse te dejan en momentos con el corazón en la mano, a la vez que te hacen no parar de reír en otros. Yo no le había visto antes y desde ahí me encantó como actor y he estado viendo más películas suyas. De todas maneras, por aquí, a pesar de estar mucho más cerca de Francia, también cuesta encontrar pelis francesas de directores como Honoré, o Ozon, que son algunos de los "continuadores" de la Nouvelle Vague como tú comentabas, lo que es una lástima porque suelen ser bastante interesantes.
un saludo!
Ah y gracias por el comentario que me hiciste sobre mi blog, me gustó mucho como lo describiste ;)
ResponderEliminarEntonces el arte (no solo el cine) le debe mucho
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