30 de mayo de 2011

Cómo vetarse en un festival de cine

(Imagen tomada del blog de José Barriga)

Quiero que siempre se hable de Dalí, aunque sea bien.
Salvador Dalí

Hay cineastas que se sienten amenazados del olvido en vida. Tan embelesados están con la fama, que al saborearla por primera vez siendo realizadores jóvenes y desconocidos con talento es difícil soltar el fugaz confite de la celebridad. No importa que sus películas peregrinen por todo el mundo, ganando reconocimientos de la mano en que se traducen los subtítulos. El ego sube como la gasolina de la mano con la calidad (no siempre). Pero tan obsesionados están que todo mundo hable y se centre en ellos, que es importante valerse de la creatividad para no dejar escapar los flashes de las cámaras.

Es curioso que el director que hizo la película ganadora de este año sea de los que buscan pasar desapercibidos. Son contadas las fotos que muestra el buscador de Google con la cara de Terrence Malick, incluso en el 1998 cuando estuvo para el Oscar la TV solo mostró una silla vacía con el nombre del director. Mirando el lado opuesto acá muestro una especie de decálogo con el que Lars von Trier le permitió ganar la Palma Non-Grata del Festival de Cine en Cannes 2011. Tomen nota si a futuro comparten la obsesión de éste modesto cineasta danés.

1 – Quedar en lista negra en un certamen tan prestigioso como el de Cannes no es un logro que se consiga de la noche a la mañana. Como los agricultores hay que preparar el terreno para sembrar y ver la cosecha a largo plazo. La disciplina en Cannes no es tan rígida como la Academia Hollywoodense, políticamente correcta según los índices de audiencia o a la guerra que se pelee de turno. Hay mucha libertad en quejarse del Jurado por injusticias y favoritismos, con el mismo tono en que José Mourinho se apaña con el árbitro, con el Barcelona y la conspiración judío-masónica cada vez que pierde un partido. Debe ser costumbre en cada año en el que se participe.

2 - La excentricidad es un punto a favor que llene el currículo entre críticos y cinéfilos curiosos. Decir que tenemos pavor a los aviones es un ejemplo eficaz, lo cual nos obligue a recurrir a las técnicas de Los Magníficos (A-Team) para sedarnos como a Mario Barakus (Mr. T) cuando tengamos que salir del país en avión. La depresión, el miedo a los doctores y demás fobias inventadas podrán darnos una imagen ideal cuando recurramos a la lástima. Entre más raros mejor.

3 – No ayuda criticar la industria de Hollywood en las conferencias de prensa del festival, lo mismo que abuchear a los blockbusters que van a Cannes para estrenarse fuera de competencia. Es algo que se da por default entre todos los realizadores que llegan, en mayor o menor medida. El desprecio al barrio californiano resulta más que obvio al valorar más la producción de famélicos vampiros corta venas, que la recreación del drama existencial de los refugiados de Kurdistán. Si no quiere cerrarse las puertas antes de tiempo, por favor no llegar a los extremos en este punto. Nada más adecuado que la fría indiferencia. Evita enemigos innecesarios.

4 – Algo que ayuda a crecentar el autoestima (llámese también ego) y alguno que otro importante alago, es creerse el fundador de un vanguardista movimiento cinematográfico. Para eso nada mejor que otros cineastas acólitos sirvan de apóstoles en un manifiesto escrito a todas luces, sin importar que el propio fundador del llamado Dogma 95 sea a la vez Judas que se dejó comprar por su propio capricho. Tal hipocresía a la larga no importará en la reputación de su cabecilla, siempre encontrará quien le rinda culto aunque luego de la espalda a sus seguidores y los haga ver como idiotas sin personalidad artística.

6 – Nadie se salva de abucheadas ni silbidos, así que cuando llegue el momento tacos de frente contra la repentina impopularidad. Pese al fracaso algo que puede mantener nuestro status es sentirnos triunfadores morales del festival, o bien auto proclamarnos como el mejor cineasta del mundo. Pero cuidado, esto ya va siendo una actitud inmadura. Por lo mismo no esperes tener la misma reverencia y culto por todos en adelante, sumas puntos como bad boy cual Beckham mohicano.

7 – Otra cosa que nos ensalza entre las vulgares propuestas cinematográficas, es dedicar de forma póstuma a realizadores avangard como Andrei Tarkovsky en los créditos finales de nuestras películas. Pues somos los únicos herederos y entendedores de la compleja sensibilidad artística de cineastas de la talla de Bergman o Antonioni. Nuestro circo de focas que son los críticos y cinéfilos acólitos aplaudirán a rabiar.

8 – Si los puntos anteriores ya van perdiendo efecto habrá que emplear acciones más peliagudas. La prensa estará bien atónica si hablas de algún genocida como un viejo amigo de infancia, incomprendido Hitler cual artista frustrado que a la larga pudo ser crítico de arte. Prefirió ser dictador y el resto de la historia ya la sabemos. En este caso en particular debemos entender que hablar mal del enemigo que persiguió a los hoy todo poderosos gremios hebreos es algo que hay que pagar, aunque fuera broma. Algunos como Woody Allen les importarán un comino esas convicciones y una que otro judío será pobre y despreocupado (algo tan raro como los eclipses). Pero si queremos estar en boca de todos (y de paso ganarnos enemigos de por vida) no está de más hablar bien del doble de Chaplin. A la de menos Mel Gibson te invite a una borrachera en su paradisiaca playa costarricense.

9 – Si tu objetivo se cumplió con el punto anterior, no debes seguir leyendo este. Si aún te duele la nalgueada que te dio tu papá pídele disculpas a él y a tus hermanos, pero no esperes que te quiten el castigo.

1 comentario:

  1. medio te conteste jaja en el comentario que habias dejado en el blog pero aca lo sigo supongo (?¿) creo que los directores de cine son una raza así particular, estan la raza de los actores, de los directores y ni hablemos de los actores directores o directores actores...

    sobre todo creo que nadie quiere que lo olviden, menos los que dicen que poco le importa el destino de sus films o se las dan de superados... en el fondo esos son los peores jajaja

    yo no se que hubiera hecho en lugar de lars, a mi no me pareció tremendo lo que dijo, me parecio tremendo el show que se armo alrededor... y en cuanto a lo de persona non grata digo yo... ¿acaso Truffaut no dedicó un par de planos a Mein Kampf en farenheit? ¿alguien se le ocurriria tildarlo de pro-nazi por hacer una pelicula encima donde se queman libros? la idea de base es la misma : para mal o para bien todo es cultura, y si, negarla incinerala e ignorarla... es lo mismo que el olvido, y el olvido apesta...creo que es mucho mas tremendo si en vez de palabras hubieran sido metros de filmico o frames de video lo que lars hubiera largado en ese festival en relación al nazismo... y le hubieran dado la palma porque seamos honestos: ¿adonde se fueron los millones de millones de millones de personas que seguian al régimen y permitieron las atrocidades que permitieron? no lo se. no lo se porque se callan y los hijos los sobrinos y nietos de eso, el producto de eso, son quienes hacen cine... lars es el producto de eso. (y vintenberg y haneke, y etc) son hijos de eso y de gente como fassbinder, herzog, schlondorff, nietos de Dreyer y Sjöström... con todo lo bueno y lo malo que eso representa...

    saludoss y genial el blog!!

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